EUROPA PRESS

11 febrero 2023

 

Descubre el papel de la microbiota y cómo favorecerla para vivir más y mejor

 

Con el paso de los años la microbiota intestinal se vuelve más diversa y variable. Pero no queda ahí la cosa porque cada día hay más evidencia científica de que las relaciones de convivencia entre el microbioma y nosotros son de gran trascendencia para producir o prevenir enfermedades, así como para enlentecer o por el contrario acelerar nuestro envejecimiento.

 

"La microbiota cumple un papel en nuestro envejecimiento que es importantísimo y cada vez está más demostrado. Se ha visto una correlación muy clara sobre la calidad y la cantidad de vida. Las personas con problemas en su microbiota ven condicionada su calidad de vida. El tubo digestivo, donde se encuentra el microbioma más abundante del organismo, se encuentra en un gran número de conexiones neuronales, lo que llaman el segundo cerebro, y muchos metabolitos que modulan las emociones y la sensación de bienestar", afirma el experto en medicina antiaging el doctor Vicente Mera.

 

Es más, defiende que el microbioma es la "cubierta donde se asientan las tres velas de la salud hacia el puerto de la longevidad: el sistema nervioso, las hormonas y la inmunidad, que van alineadas con el microbioma, entonces envejeceremos con éxito y nos encontraremos jóvenes a cualquier edad".

 

Con motivo de la publicación de 'Joven a cualquier edad' (Harper Collins), alerta de que muchas situaciones o enfermedades, como la calidad de vida digestiva, el colon irritable; pasando por las enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes tipo 2; el cáncer, los estados depresivos, la ansiedad, la fatiga crónica, la pérdida de fuerza, entre otras, han sido asociadas, con mayor o con menor consistencia, a la composición de la microbiota intestinal.

 

La microbiota modula el envejecimiento

Por otro lado entrevistamos en Infosalus al doctor Ramón de Cangas, dietista-nutricionista y doctor en Biología Molecular, así como académico de la Academia Española de Nutrición e investigador en el IFAL, quien en 'Microbiota y alimentación consciente' (Oberon), un manual que ha escrito junto a Rocío Marina López Ribelles, coach especializada en nutrición, escritora y conferenciante, cuenta cómo la microbiota varía con la edad y su papel frente al envejecimiento, ya que es capaz de modularlo si cuidamos este 'ecosistema'.

 

Dice que si no la cuidamos, con el paso del tiempo y como consecuencia de malos hábitos, como el consumo de tóxicos o una dieta rica en ultraprocesados, por ejemplo, se pueden producir alteraciones o disbiosis en la microbiota que pueden dar lugar a alteraciones fisiológicas en nuestro organismo, e incluso enfermedades, aspectos todos ellos que pueden acelerar nuestro envejecimiento, tal y como avisaba el doctor Mera.

 

La microbiota desde que nacemos

El doctor De Cangas recuerda que no es la misma microbiota la de un niño que nace por parto vaginal que la de otro que lo hace por cesárea. "En las cesáreas el menor no está expuesto a la microbiota de la madre, y por tanto su microbiota es diferente. Lo mismo sucede si recibe lactancia materna que si no lo hace, de forma que el menor está expuesto a determinados microorganismos que le favorecerán un menor riesgo de alergias alimentarias, o a un mejor funcionamiento del sistema inmune si es amamantado por su madre", agrega.

 

Reconoce que la persona que envejece mantiene una composición de la microbiota bastante estable entre los 30 y los 70 años, aunque la capacidad funcional de la microbiota puede ir disminuyendo, según sostiene. Avisa aquí este dietista-nutricionista e investigador en el IFAL sobre el tipo de dieta y su variabilidad de nuevo, así como de ciertas enfermedades o del empleo de algunos fármacos, como los antibióticos, como principales factores que pueden afectarle.

 

"A lo largo de la vida, la microbiota se va adaptando pero también depende de los hábitos de vida adquiridos, donde si hay hábitos tóxicos, como alcohol, o el tabaco, por ejemplo, y por supuesto una mala alimentación, esto también pueden influir mucho y acabar provocando que haya disbiosis o se alter su funcionalidad", añade De Cangas.

 

¿Qué le puede ayudar en este sentido?

Este experto habla de huir de tóxicos, de mantener una adecuada higiene del sueño, ya que hacerlo de forma incorrecta altera la microbiota; así como la práctica de ejercicio de fuerza, o de actividad física, entre otros factores.

 

Mientras, el doctor Mera, referente en medicina antiedad, resalta que hay estudios modernos que relacionan la suplementación con probióticos que aportan flora muconutritiva o 'Akkermansia' con mejores parámetros de envejecimiento, y prolongación de la longevidad.

 

"Sería un poco como los peces que se usan para limpiar los acuarios. Estos van limpiándolo por dentro, no lo limpias tú, sino que alguien lo limpia por ti. Pero si no lo alimentas, el acuario al final no se limpia. Hay varios estudios sobre la Akkermansia que comprueban que cuanta más tienes, mejor tienes esa capa mucosa, y por tanto más años vives, y, además, mejor", subraya este especialista.

 

Por eso recomienda modificar el microbioma e intentar aumentar la Akkermansia: "La calidad y cantidad de vida deben ir siempre de la mano, independiente de los años para los que estamos programados, y controlando el microbioma lo podemos conseguir en cierta manera".